Aquel chico era experto en confundir a Amélie. Siempre lo había sido.Era muy buen jugador haciendo malabares con sus sentimientos.
La pequeña Amélie llevaba días sin poder escribir.Tenía miedo.Miedo de que acabaría por contar lo mismo de siempre.Miedo por acabar hablando de él.
La única verdad era que estaba agotada.Había llorado tanto últimamente ,que ya no le quedaban más lágrimas.Sólo el dolor.
En lo único en que podía pensar a veces era en esos versos : "Yo ya no te puedo querer,solo falta que dejes de doler ." Durante horas,estuvo reflexionando y llegó a una conclusión que la asustaba.No se atrevió siquiera a escribir sobre ello.Aún no.
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