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martes, 30 de julio de 2013

Save up your tears

Llorar es lo más fácil que hay. Lo difícil es levantarse de la cama riendo a carcajadas.
Tras haber cambiado de aires y haber destacado a los amigos de verdad entre sus conocidos, Amélie decidió empezar a alegrar a su alma. Había perdido demasiado tiempo atada a los fantasmas del pasado, demasiado tiempo preguntándose  " ¿Por qué? " , cuando sabia perfectamente que no había respuesta para eso.
Por las noches había dejado de soñarse a sí misma llorando y por la mañana su corazón solía levantarse mostrando los dientes, sonriendo a más no poder. Cayó en la cuenta de que lo único que necesitaba era el amor de los que la rodeaban.
Amor. Solo amor.

viernes, 26 de julio de 2013

Disfraces

Al mirarle a la cara ya no reconoció el brillo de sus ojos. Su sonrisa desgastada no le inspiraba ternura;  sus labios parecían otros, e incluso las manos parecían prestadas. Caminaba de forma diferente, hablaba de una manera desconocida. Todo él había cambiado. El Jacques que hacía años la enamoraba, aquel día lo único que era capaz de despertar en ella era la nada.
Durante 15 segundos, que fue cuanto duró la sorpresa al encontrar a un hombre totalmente diferente, Amélie sintió...quizás pena, quizás algo de rabia y sobretodo desamor.
En ese preciso momento se dio cuenta de que había llegado la hora de dejar de escribir sobre él. Y al ser consciente de ello, no sintió dolor.
Lo único que la entristecía era el hecho de no reconocer al hombre del estuvo enamorada durante tanto tiempo.

jueves, 25 de julio de 2013

Imposibilidad del fenómeno

El miedo tiene tantas formas distintas. Se esconde en sitios tan diferentes, se disfraza, nos engaña y nos confunde. El miedo es atroz si no le miras a los ojos, si no eres tu el que clava el puñal antes.
Y cuando le tienes en frente, y te penetra el alma con sus ojos grandes, las piernas se te adormecen. Los pelos se te ponen de punta, y un nudo intenta salir de la garganta, provocando náuseas e incluso vómitos.
Lo valiente sería disparar primero.
Amelié prefiere aguntarle la mirada, para ver si el miedo puede sentir miedo mirándola a ella.

domingo, 21 de julio de 2013

Dead hearts

Rozó su barba con las puntas de los dedos y todo su cuerpo se estremeció. El ritmo de la sangre se aceleró  y un escalofrío recorrió su espalda. No supo bien si fue a causa del frío o si fue su mirada que la descolocó de esa manera.
Quizás la impaciencia de ser paciente podría jugarle una mala pasada, pero necesitaba tiempo. Tiempo para asegurarse de que aquello no era un invento, de que lo que tocaba y besaba no era un espejismo. Necesitaba tiempo para asegurar su presencia, el estar de sus labios en el cuello de ella.
Teniéndole en frente, abrazada a todos sus músculos, se sentía bien. Protegida y a salvo. Rodeada por sus brazos, en un océano infinito, apoyó la cabeza en su hombro. Y él le susurró  al oído:

-Vengo a deshelarte mi amor.