Por la noche se metió en la cama sin poder articular ninguna palabra.Se imaginó que él entraba en su cuarto ,y sentado encima de aquella silla negra,la miraba de frente,dispuesto a escucharla.
Amélie ,con los pies fríos salió de debajo del enorme edredón,mirándole a los ojos.Rompió a llorar y a explicar que le habían partido el corazón,que estaba hecha pedazos .Se atrevió a decir que su corazón ahora se parecía a uno de esos puzzles enormes,que contienen 1500 piezas, de las diminutas.Pero aún peor estaba cansada de jugar a montar y desmontar aquel puzzle. Estaba cansada de estudiar cada movimiento,cada pieza,cada rincón.Tenía la sensación de estar llegando a casa después de unos de esos viajes largos,de los que te dejan agotado.Y a pesar de que lo que más deseaba era acercarse a él,colgar sus brazos en su cuello,y besarle,Amélie sabía que él no reaccionaría.Decidió suponer que su amando estaba aún más destrozado que ella,a pesar de que no lo parecía.Prefirió creer que la bruja había sido ella,que la que rompió fue ella,y el roto había sido él.
Unas horas antes de lo anterior contado,a Amélie le contaron que él había empezado a pasar página,y allí en ese instante,sintió vergüenza de ser la chica de los jueves.También pensó en que para él,las tormentas estaban cesando y que seguir presionando ,no hará más que multiplicar las piezas del puzzle.
Así que se le acercó,y le susurró al oído:
"Si algún día quieres volver,una parte de mí te espera en Reykjavik .Se acabaron las tormentas mi amor."
...
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