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jueves, 15 de noviembre de 2012

El corazón nunca engaña

Es posible que de vez en cuando la mente le juegue malas pasadas a Amélie.La costumbre de estar al lado de Jacques a veces la hace hablar de él en presente,cuando bien sabe,que ya no es más que una sombra del pasado.Hasta ha llegado a  pensar que el cerebro está intentando engañar a su corazón;volver a la rutina a la que estaba acostumbrado.Simple supervivéncia,miedo a lo desconocido.
Amélie no lo acaba de entender ,pero prefiere no darle mucha importancia.Buscar razones y causas para un detalle tan insignificante,es una pérdida de tiempo.Prefiere escuchar bien a su corazón.Quiere escuchar como éste le dice a gritos que quiere levantarse cada mañana al lado del Señor Deshielo.Quiere besarle cada vez que le da la gana,en público,en casa,por los pasillos,o en la cocina preparando pollo y crepes con nutella.
Lo que había empezado con una conversación sobre Marx y Engels,ha acabado por llamarse la historia.El cuento del chico que llegó cuando Amélie estaba decidida a abandonar su alma en Reikjavik.El chico que la salvó de ahogarse durante la tormenta.
Y allí están ,pasando los días de lluvia sonriendo debajo de una manta roja,aguantando las ganas de enredarse hasta el alba.



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