El amor,tumbado en el suelo ,aún sintiendo latir su corazón,se levantó tapando la herida de la bala.Mirando el rostro de su asesino, jadeando,sollozando y casi sin poder hablar,imaginó las noches que debía de haber pasado en vela.Pensado en cómo podia amarle mejor.Cómo haria para seguir alimentando el hambre atroz que tenía la pasión.Pero nunca encontró respuestas.Nunca supo cómo luchar.Pensó en que el revólver era un cobarde.
Pero después recordó que él,el amor,tampoco supo cómo hacerlo.Todo se le escapaba entre los dedos,y no fue capaz de recoger los pedazos y volver a unirlos.En una época en la cual la única opción era el final,se dió cuenta de que en realidad su asesino no fue un cobarde.Fue valiente.Fue capaz de presenciar y dar comienzo al final.
Todo eso,mientras el amor,se iba tapando los oídos ,los ojos,para no poder ver ni escuchar que el final hacía tiempo que habia llegado.Llevaba semanas esperando que alguien le diera paso en la escena final de la obra.
Hoy,sentado en una butaca de piel negra,contempla las consecuéncias de su actuación: negación,ira,negociación,depresión y finalmente ,aceptación.
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