Enterrando recuerdos

Por alguna extraña razón las reflexiones más profundas las llevaba a cabo siempre en el mismo sitio:el baño.Sentada en la tapa del váter,desnuda ,con la mirada perdida ,envuelta por el frío de las paredes blancas ,mirando como el vapor del agua caliente iba subiendo hasta tocar el techo.
Aquella mañana Amélie había leído una frase que acabó por hacerla llorar.Decía que "Aceptar el cambio es tan importante como defender el pasado."  ;un segundo después de analizar lo que eso significaba lloró las lágrimas que hacía meses que tenía guardadas.Unas lágrimas que durante mucho tiempo se sintieron obligadas a quedarse dentro,escondidas en lo más hondo de su corazón.Lo siguiente fue sentirse culpable por haber querido olvidar su pasado.Eso no era posible,nunca lo será,nunca lo hará.Y le daba igual si había personas que no estaban de acuerdo con ella.Borrar su pasado significaba borrar una parte de su alma,de su espíritu.Su intención no era vivir en el pasado,sino recordar que los acontecimientos ocurridos los meses anteriores construyeron lo que Amélie era en el presente.Y había que ser muy fiera para  ignorar eso.
Posteriormente intentó ponerse en el sitio del Señor Deshielo.Probablemente él le tenia miedo al pasado de Amélie,y por eso insistía tanto en que ella dejara de recordar a Jacques. Le entendía perfectamente,y no sabía muy bien cómo comunicarle que en realidad nunca olvidará a su primer amor verdadero.A pesar del daño,las noches sin dormir,las lágrimas malgastadas ,el corazón hecho añicos y las heridas , el pasado era parte de ella. Lo bueno era que esas malditas heridas,se iban curando .El médico afirmaba que no le quedarían cicatrices y Amélie sabía que tenía a su disposición al mejor especialista del mundo.
Está decidida en que siempre defenderá su pasado,pero ya era hora de seguir con los cambios. Tras la mudanza efectuada hacía unos días ,tocaba acostumbrarse a la piel del Señor Deshielo. Desayunar con él,reír por las mañanas ,verle lavándoe los dientes,peinándose,acompañarle a la ducha y pasar las noches oliendo su cuello,abrazada a su torso desnudo.Todas esas imágenes hacían que Amélie sintiera cosquillas en el estómago.Le encantaba imaginarse en el futuro con el Señor Deshielo; pero a la vez sentía miedo.Cuando Jacques se fue sin mirar atrás,dejándola sola en Reikjavik ,se prometió a sí misma que no volverá a enamorarse hasta lograr curar todas las heridas que el frío polar le causó.
Pero pocos días después llegó él,con una bolsa llena de sonrisas ,de paciencia y amor.No pudo decirle que no,cuando el Señor Deshielo le confesó que "Quiero ser la parte más importante de la historia de Amélie." ; el clímax de la acción ,el cuerpo de la narración ,el principio y el final.
Ese era el deseo de Amélie. Eso era lo que el corazón le pedía a gritos.Y por más que quisiera defender su pasado,la prioridad de la pequeña,desde hacia 33 días era amar hasta no poder más al Señor Deshielo. 
Para cuando había acabado la reflexión ,la bañera ya estaba llena y lo único que le ocurrió hacer fue marcar su número y susurrarle: "¿Vienes? "

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