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sábado, 12 de enero de 2013

¿Dónde está el amor?

Al pensarlo bien Amélie se dio cuenta de que en realidad ,nunca le habló a nadie de cómo se habia quedado helada en Reikjavik.Los psicólogos dicen que hay que contar las penas que nos queman por dentro si no queremos acabar con el corazón achicharrado y locos.Más locos que Juana la Loca.
Recuerda perfectamente ese dia. Fue una mañana de diciembre,en Reikjavik. Ella estaba en la ducha.Como siempre se había tomado su tiempo para lavarse el pelo 2 veces y ponerse el acondicionador .En la radio sonaban canciones de amor,y canturreaba mientras el agua caliente se deslizaba por su cuerpo.Al salir,envolvió sus pechos y las caderas en una toalla blanca de algodón.Por culpa del vapor acumulado en el baño hacía un calor insoportable,así que al salir no cogió toalla para el pelo,que empapado en agua le bañaba la espalda y los hombros pequeños.Entró en el salón ,y él sentado en el sillón azul ,la miraba con ojos tristes y un nudo en la garganta.Su camisa negra llevaba 3 botones desabrochados y sus caderas invitaban a Amélie a hacerle el amor.Pero había una tristeza infinita en cada larga pestaña de los ojos de Jacques.
-Siéntate.-pronunció sin mirarla.
Las gotas de agua ya frías abandonaban los mechones pardos de Amélie cayendo encima de su espalda lisa y blanca.
-Me voy ,pero quiero que sepas que estos 18 meses fuiste mis mejores días.
Al escuchar esas palabras su pequeño corazón dio un vuelco ,y sus ojos perdieron el brillo.Rompió a llorar,sin tan solo ser capaz de preguntar "¿Por qué?" .En cambio él ni se inmutó.Se levantó ...se puso los zapatos,cogió su chaqueta,la maleta,abrió y cerró la puerta sin siquiera mirar atrás.En menos de 2 minutos la había dejado plantada en esa cabaña .En menos de 2 minutos tiró por la borda todo lo que habían construido hasta ese momento.Como si de un edificio se tratara, Jacques era el terrorista.Una bomba puesta en los bajos del bloque de cemento,y desde la raíz, derrumbó el ultimo año y medio de sus vidas.Como si nada.Así de fácil,en un abrir y cerrar de ojos;tan rápido como salió por la puerta sin mirar atrás.
Sentada en el sofá,sus mejillas se enrojecieron y la rabia se apoderó de ella.Se arrancó el collar del que colgaba ese anillo que hacía tiempo Jacques le regaló "Para que te acuerdes mi cada minuto de tu vida"-dijo él mirándola a los ojos.


Recordó como un dia ella le explicó que todas las veces que no podrá gritarle al mundo entero que le amaba,le diría "Parece que va a llover ". Había escuchado esa frase en una serie y le pareció una declaración de amor sutil ,pero preciosa.
Ese día en Reikjavik estaba nevando.Eso significaba que caían gotas de lluvia congeladas.Lluvia.El amor.Su amor de hacía ver y Jacques no estaba allí para agarrala por la cintura y llevarla a la cama.
Entonces se levantó como de un disparo y bajó las escaleras corriendo,descalza y con la toalla blanca envolviendo la mitad de su cuerpo.Al abrir la puerta de la cabaña el frío la invadió y todos los poros de su piel se pusieron de punta.Los labios ya estaban morados y la respiración caliente en contacto con el aire gélido envolvieron a Amélie en una espesa niebla.Decidió avanzar ,y a medida que lo hacía cada vez le ardían más las plantas de los pies.A medida que el nivel de la nieve crecia ,a medida que el amor congelado la envolvía ,más atrapada se quedaba en Reikjavik.Los mechones de pelo se volvieron cada vez más rígidos y pronto una capa fina de escarcha cubrió el pelo de la pequeña.Las mejillas rojas estaban pobladas de lágrimas congeladas ,y al darse cuenta de que Jacques ya estaba lejos ,metido en su coche y que sería imposible alcanzarle a pie, se paró en seco.


Plantada en el medio de la nada,pensando en los ojos de su amado,con la piel de gallina y el corazón roto,se quedó esperando en Reikjavik. Con la esperanza de que algún día Jacques volveria, pasó meses enteros en la nieve.Curiosamente nunca dejó de nevar allí.Eso la hacía seguir y seguir sin moverse ni un centímetro,quedarse en ese mismo lugar,para que si algún dia el quería regresar la encontrara fácilmente.No queria que se perdiera entre la multitud.Él ,en cambio,eso era justo lo que quería.Y así hizo.


Una mañana ,muerta de frío decidió que Jacques no se merecía aquella espera .Poco a poco retrocedió a la cabaña,y una vez arriba empezó a analizar las quemaduras que la nieve le había producido durante esas semanas.Eran horribles,algunas le habían dejado la piel destrozada ,heridas que según el médico ,no se curarían sin dejar cicatrices.Tras unas horas logró entrar en calor,pero se dio cuenta de que su corazón seguia helado.Entonces pensó en que convendría encontrar un Señor deshielo,que pudiera hacer que se derritiera del todo .La búsqueda duró poco;al cabo de unas semanas encontró un hombre dulce,simpático,dispuesto a entregarse por completo,con el pecho a descubierto y las mejores intenciones jamás vistas.Pensó que al lado de él podría derretirse,pero no.No lo hizo.Así que decidió dejar avanzar a aquell chico;Amélie no le merecía.A pesar de intentarlo, no le amaba;y mentirse a sí mismo,es de los peores errores que uno puede hacer.
Tras esa experiencia se dio cuenta de que no necesitaba ningún Señor Deshielo que la ayudara a derretirse.Que el tiempo era el único que podía hacerlo,y que las prisas solo romperían más corazones.
Muchas veces cierra los ojos e imaginaba  a Jacques,con el torso desnudo,en su cama.Se imagina acariciando sus mejillas,pero esas imagenes se esfuman cada vez que recuerda aquellas malditas palabras  "-Me voy ,pero quiero que sepas que estos 18 meses fuiste mis mejores días."
Hoy ,no hace falta que él le quite la mirada para entender que el amor ya está más que muerto.

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