Cuando despertó tenía una incisión mal echa en el pecho.Meditó sobre lo sucedido y se acordó de que le habían extraído el corazón a bocados.
No se le ocurrió preguntar quien fue el que le mutiló la caja torácica.Ya lo sabía de sobra.El mismo que hacía exactamente seis mil cincuenta y ocho minutos le decoraba la habitación de flores y le llenaba la cabeza de pájaros .
Así que decidió dejar de pensar,igualmente el daño ya estaba hecho.Se levantó del charco de sangre y barro,musitando un agonizante "Te echaré de menos".
Su asesino oyendo lo anterior ,bajó desde los mas profundos y placenteros delirios hasta el infierno.
En cuanto al mutilado,se sigue lamiendo las heridas,por si así se curan antes.
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